Colle di Tora

Sus orígenes

Actualmente Colle di Tora es probablemente lo que queda de la antigua y misteriosa ciudad de Tora, mencionada por varios autores clásicos, entre ellos Dionisio de Halicarnaso, como un importante lugar de culto. En época lombarda, Colle di Tora formaba parte del Turano gastald pero, desde el siglo IX hasta 1864, fue mencionado como Collepiccolo, entre los pueblos habitados propiedad de la Abadía de Farfa. En los siglos IX y X las incursiones de sarracenos y húngaros se hicieron cada vez más frecuentes y esto provocó el nacimiento de un asentamiento fortificado que fue el origen de la localidad que hoy conocemos. En los siglos siguientes, el señorío de Collepiccolo pasó de mano en mano, desde los Brancaleoni, pasando por los Orsini hasta los príncipes Borghese. A mediados del siglo XIX, con el establecimiento de la República Romana, Collepiccolo fue anexado al departamento de Clitunno, uno de los ocho departamentos en los que se había dividido el Estado Pontificio. Sin embargo, el pueblo nunca se ha expandido significativamente; de hecho, en el censo de 1713 su población era de 350 habitantes, más o menos la misma que hoy. La construcción de la presa, finalizada en 1939, y la posterior desecación del valle que dio origen al lago de Turano, representaron una suerte para esta larga hilera de casas que se extendían sobre un espolón rocoso, ya que este nuevo paisaje confirió al Colle di Tora tal un nuevo aspecto atractivo que merece el título de “perla de la pequeña Suiza”.