
Cantalupo in Sabina
Cantalupo es un antiguo pueblo de Bassa Sabina, famoso por el melón cantalupo que fue introducido originalmente en esta zona por los misioneros católicos asiáticos a mediados del siglo XVI.
POBLACIÓN
1.690
SUPERFICIE
10 km²
ALTITUD
297 m
Dónde está?
Cantalupo en Sabina, un encantador pueblo enclavado entre olivos que crecen entre los Montes Reatini y el río Tíber, ha representado siempre desde la época romana un lugar ideal de descanso, gracias al maravilloso paisaje que rodea su territorio. Se levanta sobre una superficie de 10 kilómetros cuadrados, a 297 m. sobre el nivel del mar y tiene una población de 1.681 personas.
¿Qué ver?
Cantalupo puede definirse con razón como un "museo al aire libre", que incluye la Porta Maggiore, el Palacio Camuccini y las numerosas iglesias repartidas por todo su territorio. El Palacio Camuccini data del Renacimiento y fue construido por el cardenal Pier Donato Cesi sobre las ruinas de la Rocca de los Condes de Eustaquio y los Condes Savelli. Más tarde se convirtió en la casa de los señores feudales Vaini y Lante Della Rovere y luego lo compró Giovanni Battista Camuccini, quien lo transformó en museo. Aquí Giuseppe Garibaldi se alojó en una de las habitaciones del palacio baronial, antes de la batalla de Mentana. Porta Maggiore, también conocida como Porta dell Orologio, es la puerta principal de la ciudad. También hay numerosas iglesias en el término municipal, la más imponente y famosa de las cuales es la Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción, ubicada junto al Palacio Camuccini. En Piazza Garibaldi se encuentra la Iglesia de San Girolamo, construida a finales del siglo XV, por voluntad de la compañía de San Girolamo. Durante la Segunda Guerra Mundial, la iglesia fue socavada por los alemanes en retirada, pero fue reconstruida entre los años 1950 y 1960. Hoy se utiliza como oratorio. Extramuros se encuentra la iglesia dedicada al patrón de la localidad, San Biagio, junto con el anexo Convento de las Carmelitas. La iglesia de San Adán es la más antigua de la ciudad y está situada en el trazado de la antigua Via Salaria. Mencionado en varios pergaminos desde 1150, fue construido sobre la tumba del monje ermitaño Adán, que vivió aquí en el siglo XI. Originalmente era una capilla con una sencilla fachada a dos aguas y un pequeño campanario central: en el siglo XV fue ampliada, tomando el aspecto actual de una iglesia de una sola nave con la entrada orientada al norte, rara vez encontrada en Sabina. Debido a su atmósfera, típica de un pueblo rural rico en recuerdos históricos, Cantalupo es frecuentemente elegido como buen retiro y lugar de vacaciones por italianos y extranjeros.