Cantalice

Sus orígenes

Cantalice se remontan a la época tardorromana, durante la cual, tras las numerosas invasiones sarracenas, los pueblos vecinos se unieron para formar un centro inexpugnable. Su nombre deriva de dos palabras latinas: Cata e Ilex que, según la tradición, hacen referencia a una encina nacida en la hendidura de una roca detrás de la sacristía de la Iglesia de Santa Maria delle Grazie. En 1304, el municipio de Cantalice se alió con Rieti, pero esto no resistió, de hecho, en 1457, para defenderse de los señores feudales, Cantalice se alió con los aragoneses y Cittaducale, dando lugar a una verdadera guerra contra Rieti. Tras reforzar la alianza estratégica con Cittaducale contra L'Aquila (que se había aliado con el Papado), la guerra estalló en marzo de 1486. La paz se alcanzó el 11 de octubre, cuando la ciudad de L'Aquila izó la bandera aragonesa. El virrey envió un fuerte ejército de más de 7.000 hombres, pero el sitio ya había sido levantado cuando llegó el ejército. La victoria de la guerra y la retirada de Rieti eximieron a Cantalice del pago de impuestos durante veinticinco años, en señal de agradecimiento por la lealtad mostrada por su pueblo. En recuerdo de lo sucedido, ordenó insertar en el escudo el lema “FORTIS CANTALICA FIDES”, junto con un águila. En 1571, bajo el reinado de Margarita de Austria, Cantalice vivió un período de paz. Cantalice en el siglo XVII experimentó un período de decadencia, que culminó en 1655 con una agitación general aumentada debido a la presencia continua de bandoleros y las luchas internas entre las familias del pueblo.